Administración pública y sociedad proactiva, innovadora y sostenible en la era global

Resumen

Las sociedades modernas, bajo el influjo de la globalización, necesitan transitar de un funcionamiento reactivo por excelencia a uno proactivo; es decir, a la creatividad constante para su adaptación y ajuste a las exigencias vitales de supervivencia frente al empuje globalizador, toda vez que las más demandantes exigencias sociales se convierten en un serio reto frente a un déficit presupuestario. Esta realidad pone en jaque el desarrollo socioeconómico de cualquier nación. Por tanto, las administraciones públicas nacionales requieren de la constante innovación para la sostenibilidad de su propia identidad; encontrar mecanismos, vías y medios que les permitan incluirse en la cadena global de producción de bienes y servicios, y su intercambio transnacional; y colocar en ello el valor agregado que les asegure un lugar necesario en el intercambio global, pero que, a la vez, resulte productivo para su gestión pública nacional. Las administraciones modernas deben entender que tienen, por ello, mayor responsabilidad con las sociedades que organizan, regulan y ponen en funcionamiento; y, por otro lado, que se puede convertir en oportunidad la constante innovación y perfeccionamiento de la calidad en su gestión pública para un mejor y más efectivo logro de los designios sociales.