Calidad en la educación superior cubana: la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas

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Notas aclaratorias

«El yo pasado, lo que ayer sentimos y pensamos vivo, perdura en una existencia subterránea del espíritu. Basta con que nos desentendamos de la urgente actualidad para que ascienda a flor de alma todo ese pasado nuestro y se ponga de nuevo a resonar. Con una palabra de bellos contornos etimológicos decimos que lo recordamos –esto es, que lo volvemos a pasar por el estuario de nuestro corazón–» (Ortega y Gasset, 1950, p. 159).

Según Nussbaum (2010): El conocimiento fáctico y la lógica no alcanzan para que los ciudadanos se relacionen bien con el mundo que los rodea. La tercera capacidad del ciudadano del mundo, estrechamente vinculada con las primeras dos, es aquella que denominamos «imaginación narrativa», es decir la capacidad de pensar cómo sería estar en el lugar de otra persona, de interpretar con inteligencia el relato de esa persona y de entender los sentimientos, los deseos y las expectativas de esa persona. El cultivo de la comprensión constituye un elemento clave en las mejores concepciones modernas de la educación para la democracia, tanto en las naciones de Occidente como en las demás. Gran parte de este proceso debe darse en el seno de la familia, pero también es importante el papel de las escuelas, e incluso de las instituciones terciarias y universitarias. Para desempeñar bien su función en este sentido, las instituciones educativas deben adjudicar un rol protagónico a las artes y las humanidades en el programa curricular, cultivando un tipo de formación participativa que active y mejore la capacidad de ver el mundo a través de los ojos de otro ser humano. (pp. 131-132)

Véase «Una estrategia para América Latina en los 90: Informe Santa Fe II». (1989).

A decir de Guadarrama (2019):

Ciertamente la trilogía ciencia, docencia y conciencia debe estar presente en distinto grado en los diferentes

niveles escolares, pues si bien un profesor de enseñanza básica o media desarrolla su actividad educativa al

menos como receptor de los más recientes avances de la ciencia y la tecnología en su campo disciplinar, en el

caso de los profesores de nivel superior la articulación entre estos tres componentes se debe caracterizar no solo por ser simples consumidores de tales logros en correspondencia con una «educación bancaria», sino a la vez por ser activos productores de los mismos. Dicha articulación constituye una ecuación indisoluble para evaluar la calidad de la Educación Superior. (p. 68).

«En todo este proceso la Universidad mantuvo el principio de contribuir fuertemente a la formación de nuevos centros, pero evitando cerrar carreras propias, así como no mutilar su estructura multidisciplinaria» (Rubio González, 2020, p. 117).

Rubio González (2020) plantea: