Europa. ¿Una realidad contemporánea o una noción ancestral?
Palabras clave:
Europa, Integración, Evolución, IdentidadResumen
Desde la Antigüedad, el vocablo “Europa”, conjuntamente con una connotación mítica, fue asimilado a una noción territorial para delimitar el espacio habitado por una comunidad humana. Se trata de una concepción geoespacial que se ha ampliado o disminuido, atendiendo a las diferentes épocas históricas por las que ha transitado. Durante la Edad Media, las implicaciones identitarias del término fueron personificadas por la idea de la “cristiandad”, una mirada que perduró hasta que los viajes de descubrimiento, el Renacimiento y el cisma religioso provocado por la Reforma, quebrantaron dicha visión universalista y permitieron el rescate de la identidad europea. La Época Moderna se convirtió en el escenario de los primeros pasos en torno a la agrupación de naciones. Sin embargo, no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial, que la definición de Europa se institucionalizó, a través de la Comunidad Económica Europea y que, siguiendo una evolución caracterizada por avances y retrocesos, tuvo como resultado el surgimiento de la Unión Europea, un concepto que se adaptó al nuevo contexto y que respondía a los intereses geoestratégicos de la región, al permitir la entrada de los países ex socialistas de Europa Oriental en el proceso de integración.